ENSAYO
DE LOS TAGAERI Y TAROMENANE
INTRODUCCION
Los
Tagaeri y Taromenane son dos pueblos aborígenes no contactados de la Amazonía
ecuatoriana, cuya misteriosa existencia, aislada del mundo, alimenta historias,
fábulas y relatos de lo más profundo de la selva. Los pueblos indígenas de
la familia woadani, tagaeri, taromenane,
y posiblemente otros grupos, son conocidos por sus hermanos woadani como
Pueblos Libres, ya que en el uso de su autodeterminación han rehusado iniciar
contacto con la sociedad dominante. Los Taromenane, un grupo cercano a los
Huaorani, pero con características diferentes en el lenguaje y la forma de
trabajar las casas y sus armas, estos dos pueblos han tenido encuentros bélicos
unos cien años atrás. Los Taromenane están instalados en la frontera con el
Perú, en zonas totalmente despobladas. Se sabe muy poco de los Taromenane, solo
relatos antiguos de los Huaorani, donde los describen como guerreros tan
rápidos como el jaguar y con unas armas precisas y muy grandes. Se desconoce el
número de habitantes que forma cada uno de estos pueblos y, de hecho, algunos
investigadores consideran que los Tagaeri desaparecieron, mientras que existen
otros grupos desconocidos en la frontera con Perú. Sin embargo, esos dos pueblos
son famosos por su bravura y por defender sus territorios con fiereza ante
injerencias externas. Se encontró un
cadáver en 2005 con 35 lanzas clavadas, era un maderero ilegal. Con esto
quieren probar algo, este es su lenguaje y su forma de decir que están
hartos" de las amenazas de la llamada modernidad, explicó a Efe Miguel Ángel
Cabodevilla, un misionero español que ha investigado desde hace 27 años a los
pueblos no contactados en la Amazonía de Ecuador.
CONTENIDO
Los Tagaeri y los Taromenane
viven de acuerdo a su cultura en sus territorios tradicionales, pero en una
situación de extrema fragilidad debido a su vulnerabilidad, desprotección y
asimetría frente al avance de la cultura occidental, que se ha traducido en la
colonización de sus territorios, evangelización, comercio ilegal de madera,
extracción de recursos naturales no renovables y otras actividades legales como
el turismo y la investigación científica. Tagaeri es un nombre usado para
designar al clan de Tagae, un guerrero Waorani que optó por el asilamiento. A
uno o varios grupos cercanos culturalmente, con un idioma muy semejante y con
un parentesco probablemente mucho más lejano, se los llama Taromenane. Estos
grupos han sido víctimas de repetidas matanzas y actualmente las amenazas a su integridad
física provienen de la intervención petrolera, el tráfico de madera y de
animales, y las incursiones a sus territorios de militares, colonos, turistas,
indígenas kichwas e incluso algunos Waorani enemistados con ellos. Según
relatos los Tagaeri pertenecen a una
rama de la etnia huaorani que ha permanecido sin contacto con la civilización,
y tras los hechos de noviembre, en enero de 2001 volvieron a mostrarse. Fueron
vistos por un grupo de turistas a los que pretendieron atacar, cerca de la
comunidad de Bataburo, aseguró Richard Ima, dirigente huaorani de la zona. "Al
principio los extranjeros trataron de fotografiarlos creyendo que se trataba de
huaoranis civilizados, pero al notar la violencia con la que se acercaron, los
guías realizaron disparos al aire para evitar que los turistas sean lanceados",
señaló el líder indígena. Ima agregó que han podido identificar a dos grupos de
tagaeri, uno que ha sido avistado en ocasiones anteriores, que tiene como líder
a Taga, y otro, que es comandado por Taromenalli; ambos grupos viven en bohíos
que han sido ya localizados por los huaoranis de su comunidad, en las riberas
de los ríos Cuchillacku, Tigüino y Bataburo, en la provincia de Pastaza.
"Están armados con lanzas de hasta dos metros y medio de largo y con pelo
hasta las caderas, que andan completamente desnudos y son muy temidos por su
violencia ya que matan sin piedad", dijo Ima. La intención de Richard Ima,
de localizar y civilizar a los pata colorada, fue rechazada por la Organización
de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonia Ecuatoriana (Onhae), con sede en
Puyo. "No podemos prestarnos para que sean sometidos a la civilización del
blanco, pues es el único grupo que conserva intactas nuestras tradiciones
huaoranis ancestrales, que se perdieron con la evangelización del Instituto
Lingüístico de Verano, entre 1957 y 1967", señaló Niwtza y culminó
diciendo que los tagaeri se ven obligados a salir de su territorio ante el
acoso de colonos, petroleras e indígenas de otras etnias. Por el territorio que ocupan, las casas
observadas y los indicios de su presencia, según testimonios de los propios
Waorani, de madereros y petroleros, se calcula que constituyen una población de
entre 80 y 300 personas. Muchos de los Waorani describen a los Taromenane como
criaturas casi mitológicas, gigantes, parecidas pero diferentes. Se mantienen
escondidos, inclusive cocinan en la noche para no ser avistados a causa del
humo. No representan una amenaza para nadie, excepto para los intrusos que
atentan contra su aislamiento. El Estado ecuatoriano ha garantizado los
derechos de los pueblos indígenas, especialmente el derecho a mantener,
desarrollar y fortalecer su identidad y sus tradiciones; a no ser desplazados
de sus tierras; a sus ecosistemas, conocimientos y prácticas de medicina
tradicional; a la protección de los lugares rituales y sagrados, plantas,
animales, minerales y ecosistemas de interés vital. La Constitución, en su artículo
57, menciona por primera vez a los pueblos en aislamiento voluntario que
habitan en el Yasuní: “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario
son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada
todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas para garantizar
sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en
aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de
estos derechos constituirá delito de etnocidio, que será tipificado por la
ley”. Mientras existan estos pueblos, se forjarán fábulas a su alrededor con
las que se enriquece la milenaria cultura amazónica.
CONCLUSIONES
·
Los
tagaeris y taromenanes han sido merecedores del nombre de Pueblos Libres, por tanto,
deben de ser respetados. El Estado debe proveer las medidas necesarias para
que, desde afuera de su territorio ancestral, se limiten las incursiones de
extraños que sean una amenaza.
·
Ecuador
tiene una selva amazónica con un tesoro ambiental, cultural e histórico
fantástico que lo están exterminando".
me parece mucha importancia resaltar a nuestros pueblos perdidos ya que por medio de ellos podemos conocer mas sobre nuestro paies y las diferentes etnias q existen
ResponderEliminargracias por su informacion le deseo lo mejor y espero q siga realizando mas investigaciones cm estas
heeeeee muy bien ami me resulto efectiva su informacion gracias por publicar
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